—Ellery, ¿qué carajo crees que estás haciendo, estás loca? —Lo miré mientras caminaba hacia mí sosteniendo un paraguas.
—¿Viniste aquí por mí?
Vi su mandíbula apretarse cuando se me acercó. —Mírate, estás empapada; levántate ahora antes de que enfermes.
Me reí. —Ya estoy enferma. ¿Cuál es la diferencia?
Me miró con una extraña mirada en su rostro e hizo algo que nunca pensé que Connor Black haría. Se acostó junto a mí y miró el cielo. Me quedé mirándolo mientras él se esforzaba por mantener los ojos abiertos y la lluvia le apedreaba la cara; una pequeña sonrisa cruzó mis labios.
—¿Por qué estás haciendo esto? —preguntó cuando se giró y me miró.
—Porque puedo estar aquí y nadie sabrá que estoy llorando.
Me miró por un momento y luego de nuevo a la lluvia que caía. Nos quedamos ahí y no dijimos ni una palabra. Connor puso su mano sobre la mía, y eso era todas las palabras que necesitábamos. Ambos estábamos empapados, y estaba empezando a enfriarme. Me apoyé sobre mis codos.
—Creo que es hora de irse.
Me miró y sonrió. —Bien, porque no puedo soportar estar así de húmedo.
Fragmento de Forever Black, de Sandy Lynn